Efectivos policiales lograron ingresar esta noche a la sucursal del Santander Río donde un delincuente, que había entrado a robar, mantuvo cautivo durante seis horas a un grupo de personas
Un
delincuente que robó hoy el dinero de las cajas de la sucursal del Banco
Santander Río de la localidad bonaerense de Lincoln y mantuvo como rehenes a
ocho personas, entre clientes y
empleados, fue finalmente detenido en una
operación táctica del Grupo Halcón, que rescató ilesas a las últimas dos
personas que estaban cautivas.
En el
operativo policial, un jefe del Grupo Halcón resultó herido y debió ser
trasladado de urgencia al Hospital Churruca de la Capital Federal, mientras que
los dos últimos rehenes, una empleada del banco y un policía resultaron ilesos.
Respecto al
delincuente, las fuentes precisaron que fue identificado como Naldo Martínez
(64), con antecedentes penales, quien fue atrapado ileso y fue llevado detenido
a la seccional local.
La toma de
rehenes finalizó después de seis horas de conversaciones con efectivos del
Grupo Halcón, supervisada por el jefe de la Policía bonaerense, Hugo Matzkin,
que viajó al lugar para mantener personalmente la negociación, y el fiscal
general del departamento judicial Junín, Juan Manuel Mastrorilli.
El hecho se
inició cerca de las 15, cuando un delincuente, vestido con un pantalón, camisa,
campera y una gorra, amenazó con una pistola calibre .45 y un revólver .32 a
uno de los cajeros del banco ubicado en 9 de Julio 128, de esa localidad del
oeste de la provincia de Buenos Aires y, tras apoderarse de dinero, que guardó
en una bolsa, se dirigió a la puerta de salida para escapar.
En ese
momento, el asaltante observó la presencia de efectivos de la seccional local,
ubicada a unas dos cuadras, que habían llegado en forma inmediata tras ser
advertidos del robo por el policía que estaba de custodio en la caseta, a quien
un cliente le informó del asalto con un cartelito escrito a mano.
Ante esta
situación el ladrón volvió hacia la zona de las cajas de atención al público,
donde amenazó a los empleados y clientes que se encontraban en el banco, una
diez personas, a quienes decidió mantenerlos como rehenes.
Minutos
después, la Policía local implementó un cerco con vallas de hasta unos 200
metros a la redonda del banco y se decidió, por precaución, la evacuación de un
Jardín de Infantes, una escuela y comercios cercanos, mientras se aguardaba la
llegada de las principales autoridades de la Policía provincial y del Grupo
Halcón.
Dos horas
más tarde de iniciada la toma, un efectivo del Grupo Halcón que se encontraba
de visita en Lincoln por asuntos personales, se presentó en el lugar y actuó
como negociador, y logró que el delincuente permitiera la liberación de cuatro
personas, tres empleados y un cliente, mientras continuó manteniendo cautivo al
resto.
Posteriormente,
los otros rehenes también fueron liberados, con lo que sólo quedó dentro del
banco un efectivo policial, que era apuntado por el asaltante, y una empleada
que estuvo permanentemente escondida en una oficina, pasando información sobre
el hecho primero a su familia y luego a la Policía.
Finalmente,
el comité de crisis, integrado por autoridades policiales y judiciales, decidió
que la situación no daba para dilatarla y se ordenó a los tácticos entrar al
banco y liberar a los rehenes.
Los
efectivos rompieron un blindex del local, operación en la que resultó herido en
una mano un comisario inspector del Grupo Halcón, e irrumpieron arrojando una
granada de estruendo y luminosa.
La acción
táctica permitió detener al asaltante, liberar al policía y a la empleada, que
sufrió una profunda crisis de nervios, y poner un fin a una situación que
mantuvo en alerta, toda la tarde, al pueblo de Lincoln.
La causa
quedó a cargo del fiscal Javier Ochoaizpuro, titular de la Unidad Funcional de
Instrucción (UFI) 2, de Junín.
(El Día)