Crece la venta de droga en Lincoln

Con nexos en el conurbano, en la Ciudad de Buenos Aires y en Rosario, el negocio ilegal de 
venta de droga sigue en plena expansión en la región. Al menos eso es lo que se desprende de la voz de los investigadores y de las últimas estadísticas oficiales. 
Las cifras correspondientes al Departamento Judicial Junín, que incluye además a los municipios de Lincoln, Chacabuco, Florentino Ameghino, General Arenales, General Pinto, General Viamonte, Leandro N. Alem y Rojas, arrojan que de 2012 a 2013 hubo un crecimiento del 20%
en la cantidad de Investigaciones Penales Preparatorias (IPP) por infracción a la Ley de Estupefacientes 23.737. De 420, pasó a 504 el año pasado.
A ello debe agregársele las 72 IPP que tramitan en el Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil, también por droga. Un 38,46% más que en 2012, cuando hubo 52 causas. Los números dan cuenta de la gravedad del fenómeno, que crece más en los menores.
En declaraciones al diario Democracia de Junín, el director de la Delegación Drogas Ilícitas de Junín, comisario mayor Marcelo Byrne, afirmó que por mes llevan a cabo entre diez y quince procedimientos en la región. La mayoría de ellos se concentra en Lincoln, Junín y Chacabuco.
Es que estas tres ciudades, además del tamaño de su población, atraen a los consumidores de las localidades más pequeñas. En dichos casos funciona algo similar a los “pools” de compras. “A lo mejor no se animan a ir a comprar, pero uno que conoce a alguien en la ciudad sí. Y entre conocidos reúnen el dinero y el que se anima va y compra”, explicó.
En dichas ciudades, “permanentemente se hacen procedimientos en la vía pública, que luego terminan en más allanamientos”.
En ese sentido, explicó que “lo complicado es juntar la prueba para convencer al juez de que hay que allanar un lugar”.
El jefe de Drogas Ilícitas Junín destacó el apoyo de la Justicia y las autoridades de cada uno de los municipios en los que tienen jurisdicción. A su vez, dijo que hay “una colaboración mutua” con las comisarías y las distintas áreas policiales.

Problemática


El narcomenudeo se consolidó en la región como una forma de operar que sirve en todas las instancias de comercialización. Y, lejos de achicarse, la cadena suma cada vez más eslabones.
“El narcomenudeo, de uno que trae un ladrillo de un kilo de droga, se divide en diez partes con cien cada uno. Genera nuevos vendedores”, explicó Byrne.
Entre los factores que influyen en configurar un escenario más propicio al consumo y a la participación de los jóvenes en el negocio, Byrne señaló: “la mayor facilidad para operar, la problemática social y la falta de contención por parte de los padres”.
Si bien la conexión Rosario -por su relativa cercanía y por haberse convertido en el paradigma narco a nivel nacional- existe, el conurbano parece ser la principal fuente de abastecimiento de quienes comercian sustancias en la región. El tránsito en la ruta, la frecuencia de los micros que llegan a la terminal, y la gran cantidad de fletes, camiones y autos que transitan por la 7, favorecen la situación.

Pero el narcomenudeo conspira contra la persecución de los grandes vendedores. Los aprehendidos con pequeñas cantidades suelen ampararse en el “consumo personal”, y la dificultad para establecer un nexo con el traficante al por mayor es el principal enemigo a la hora de conseguir material probatorio. (La Posta del Noroeste)